Lo extraño son cuerpo y mente

La revista alemana TAZ publicó esta noticia sobre el intercambio del curso 2016-2017 que realizó el alumnado de BAI con la profesora Marta Álvarez para el proyecto Foreign Bodies

DANZA&TEATRO Momentos para la reflexión: “Foreign Bodies“ en Potsdam, Alemania

MARVIN ROSÉ

Gritos, arias, sonidos de rock y tango. El pasado viernes, en un abarrotado Fabrik de Potsdam, 50 jóvenes bailarines y bailarinas invitaron al público a un viaje multimedia, que nos es a la vez muy cercano y desconocido: Nuestro propio cuerpo.

Por tercera vez se reúnen miembros de la Escuela de Teatro BAI de Bilbao, la Asociación Cultural Bachi de Setola Polignano a Mare y el grupo de teatro Tarántula de la asociación Offener Kunstverein Potsdam, para realizar un taller de danza y teatro de diez días de duración. Después de mostrar representaciones en Italia y España, ahora trabajan en la capital de Brandemburgo bajo la dirección de Ulrike Schlue y Clara Pujalte. El resultado es una expresiva performance de danza y música, que acerca la ambivalente relación entre lo físico y lo psíquico.

La complicada relación entre cuerpo y voluntad se muestra de un modo parejo al comienzo. La respiración sonora, casi sofocante, es cada vez más rápida hasta que deja de serlo. Lo que sigue es explosivo: Saltos envolventes con sonidos de muy baja frecuencia, animados mediante motivos gráficos ecualizados en segundo plano. La música se alterna con sonoros tics. Los bailarines y bailarinas buscan en el espacio, contemplan sus manos, observan y se reconocen a sí mismos y a sus oponentes. Momentos de reflexión serena, que se enfrentan con pasajes ruidosos a lo largo de toda la pieza.

Órganos disfrazados

La animación y la música se mantienen constantemente como acompañamiento de la danza y sólo ocasionalmente dominan las proyecciones en segundo plano, como ocurre en los siguientes casos: Tres asistentes de laboratorio se sientan en proscenio con placas de Petri, jabón y agua, simbolizando de manera trivial la creación y el núcleo de un organismo, mediante la separación celular, mientras el equipo que hasta ahora bailaba en paralelo desaparece entre hojas gigantes, para inmediatamente volver a aparecer entre sonidos de primates y trinos de pájaros.

La escena construye la transición hacia el siguiente paso. Se trata del dolor. Se libra una batalla de baile entre el cuerpo y el alma, en la que virus disfrazados con grandes máscaras amenazan zapateando al angustiado resto del cuerpo. Se pregunta finalmente al público: “Do you like drugs?“, y los espectadores y espectadoras experimentan a través de un musical Hitmedley que va desde “Old MacDonald had a farm“ hasta “Halleluja“ la caída de la euforia sin fronteras en el suplicio del delirio.

La última imagen muestra, mediante la contraposición del propio cuerpo y razón, que no se debe permanecer en lo desconocido, encontrándose nuevamente ambos conceptos a través de la cautela y la curiosidad. Asimismo se sirven de la sincronización y la representación de la armonía de los bailarines y las bailarinas para dejar claro que ésta no es la primera representación del proyecto, consiguiendo una emocionante espontaneidad en la coreografía y la interpretación, que asume la repetición en danza y animación. “Foreign Bodies“ despide al público con la siguiente pregunta: “Do you know your body?” Una llamada a la autoexploración.